Sunday, November 15, 2009

Celia Cruz



Objetivo: This activity is designed for students of Spanish 201. Students will first watch two videos to activate their background knowledge about Cuba and the origins of salsa music. Students will be able to read the story, "Me Llamo Celia" in Spanish and demonstrate what they learned from the story about Celia Cruz by answering the questions below. Finally, students will watch a music video by Celia Cruz to be exposed to a sample of her music and style.


Pre actividad: Click on the link below to learn a little about the history of Cuba.

Cuba

Pre actividad: Click on the link below to learn about where the rhythms of Salsa music came from.

Los ritmos de la salsa

Actividad: Read the story of Celia Cruz. Before you read the story, look over the comprehension questions. While you are reading, you can click on the underlined words to view a translation. When you finish the story, answer the comprehension questions.

Preguntas:

1. La voz de Celia es: ________, __________ y _________.
2. ¿Dónde nació Celia Cruz?
3. ¿Era pobre o rica su familia?
4. ¿Por qué no podía cantar en algunos concursos?
5. ¿Por qué se fue de Cuba?
6. ¿Con quién se casó Celia?
7. ¿Por qué decía “AZUCAR”?
8. ¿Cuál era el apodo de Celia Cruz?


Me llamo Celia: La vida de Celia Cruz por Monica Brown




¡AZÚCAR! Mi voz es intensa, suave y dulce. Te dará ganas de bailar. Cierra los ojos y escucha.
Mi voz se siente como unos pies que resbalan en la arena mojada. Como correr bajo una casada, como bajar por una loma. Mi voz trepa y se mece y sube y baja al ritmo de las tumbadoras y el sonido de las trompetas.
¡Bum bum bum! Resuenan las tumbadoras. Las manos aplauden y las caderas se manean.
Yo soy la Reina de la Salsa y te invito a bailar conmigo.

Abre los ojos.
Mis vestidos son tan coloridos como mi música, llenos de encajas, cuentas, lentejuelas y plumas. Centellean y se sacuden mientras muevo con gracias los brazos y las piernas al ritmo del trópico y de mi corazón.
En mi mente llevo el lugar de donde soy y los lugares donde he estado. Cuando canto, los recuerdos de mi infancia se mezclan con mis canciones.






Nací en Cuba, una isla del Caribe. Mi Cuba era La Habana.
En mi casa teníamos una cocina acogedora, llena de las voces de mujeres y hombre: abuelos, hermanos, primos y amigos. Comíamos arroz, frijoles y plátanos, y llenábamos la barriga con amor y café con leche bien caliente y mucha, pero mucha azúcar.
Por la noche, ayudaba a mi madre a acostar a mis hermanos chiquitos cantándoles canciones de cuna bien bajito.



Mi padre trabajaba muy duro en los trenes, pero se sentía feliz cuando volvía a la casa cada día para estar con nosotros. Se sentaba en el traspatio y cantábamos todos juntos. Nos dio el regalo de su música y llenó de esperanza nuestros corazones. A veces, cuando yo cantaba con mi padre, los vecinos oían mi voz y se acercaban a escuchar mis melodías. Éramos pobres, pero la música no costaba nada y nos alegraba.



Mi papá quería que yo fuera maestra, que tuviera un buen trabajo. En la escuela aprendí mucho y maduré. Estudié historia y arte, matemáticas y ciencias, y hasta música.
Me fue bien en la escuela, ¡y me encantaba cantar! Cuando cantaba, mi cuerpo se llenaba de los ritmos africanos mezclados con el idioma español de mi patria.
Un día, una de mis maestras preferidas me agarró la mano y me dijo: “Sal al mundo a cantar, mi niña… ¡Te harás famosa! ¡Tu voz es un regalo del cielo y sonará muy dulce en los oídos de la gente!”




Mi prima Nenita y yo hacíamos viajes largos en ómnibus para que yo cantara en concursos. Aunque algunos no me dejaban cantar en sus concursos por el color de mi piel, no me di por vencida. Me prometí que seguiría cantando y estudiando pasara lo que pasara.

Todavía era joven cuando triunfó la Revolución. Como hizo mucha gente, me fui para siempre de mi Cuba. Primero fui a México. Después viajé a los Estados Unidos con mi esposo, el trompetista Pedro Knight, y nuestro grupo, la Sonora Matancera.


¡Nueva York!
Mi nuevo hogar, con todas las luces y su gente, con una mezcla de tantas culturas y tradiciones. Desde mi ventana veía las luces y escuchaba la música, y yo era la luz y la música. Aunque me fui de mi isla y me hice ciudadana de los Estados Unidos, yo llevaba a mi pueblo en el corazón. Mis canciones eran un regalo para todos los cubanos que dejaron su isla y para todos los niños de las Américas.
¡Bum bum bum! Regresaban los sonidos de las tumbadores y las trompetas.



¡Miami! Mi segundo hogar.
Un día, en un restaurante, un camarero joven me preguntó si quería azúcar con el café. ¿AZÚCAR?, exclamé. ¿Cómo se le ocurre preguntar eso? Yo soy cubana. Claro que sí, ¡con AZÚCAR! Y cuando tomé un poquito del café dulce recordé la cocina de mi madre con mi familia y mis amigos.
Desde este momento, cuando entraba al escenario simplemente decía: ¡AZÚCAR! Y ellos sabían exactamente lo que yo quería decir: hogar, amor y muchos besos.
El público aplaudía y me daba la bienvenida.



Yo canté con mis amigos Tito, Johnny y Willie, y a la gente le encataba nuestra música. Juntos trajimos una nueva música a América, la salsa, una música que mezclaba el rock con la rumba, el mambo con el jazz.
A la gente le encantaba bailar y girar con nuestra música. ¡Meneaban las caderas mientras se reían y bailaban!


Me rindieron honores maestros y presidentes, y todo porque mis canciones eran como las olas del mar golpeándome el cielo de la boca, como las calles de La Habana, como la cocina de mi madre, como una barriguita llena de frijoles, plátanos y arroz, como una taza de café caliente con azúcar. Me nombraron la Reina de la Salsa, y llevé esa corona con orgullo.




Crucé fronteras y rompí barreras porque fui fuerte y nunca más nadie consiguió que dejara de cantar. Mis discos llegaron a ser “discos de oro” y “discos de plata”, y se les puso mi nombre a calles y estrellas.
¡Bum bum bum! Resuenan las tumbadoras. Las manos aplauden y las caderas se manean. Cuando cantamos juntos, nuestras palabras son como sonrisas volando por el cielo. Amigos, vengan ahora a bailar conmigo al ritmo de los tambores y al sonido de las trompetas y los trópicos.
Aunque yo ya no esté, mi música seguirá viviendo.


¡AZÚCAR!


Celia Cruz
Cuando Celia Cruz cantaba, todos los que la escuchaban se sentían felices. Nació en La Habana, Cuba, en 1924 y llegó a ser una cantante muy querida en todo el mundo.
Celia se crió con trece hermanos y primos, en una casa pequeña. Le encantaba de cantar ya de niña, y se sentía muy contenta cuando estaba en el escenario compartiendo su amor por la música. Llegó a ser la cantante principal de un grupo musical cubano llamado la Sonora Matancera, que fue famoso en toda América. Cuando triunfó la revolución cubana, Celia y su esposo se fueron para siempre de Cuba y se hicieron ciudadanos de los Estados Unidos. En los años que siguieron, Celia Cruz cantó con muchos músicos famosos, como Tito Puente, Johnny Pacheco y Willie Colón. Junto crearon un nuevo tipo de música llamada salsa. Durante su trayectoria, Celia llegó a ser la Reina de Salsa y tocó muchos corazones en todo el mundo. Fue laureada con el premio Grammy y con varios Discos de Oro, e incluso con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Cuando Celia Cruz murió, miles de admiradores lloraron la pérdida de su estrella. El alcalde de Nueva York nombró el 22 de julio como el día de Celia Cruz y millares de personas llenaron las calles neoyorquinas para darle el último adiós, gritando ¡AZÚCAR! y colmando las calles con la hermosa música de Celia.



Pos actividad: Click on the link below to see a performance by Celia Cruz.

Celia Cruz

3 comments:

  1. Este credito extra era diversion y no dificil. Me gusto del video musica de Celia. Gracias.

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  2. Este actividad no es dificil. Yo aprendo a Celia que me no conozco. Ella una mujer intersante.

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  3. No sabia sobre Celia Cruz hasta esta actividad. Me gusta su cuenta y creo que ella era una persona tan buena, interesante, y muy extraordinario

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